Empezar da miedo... ¿y?
- María F
- 26 mar 2024
- 2 Min. de lectura
Te propongo un experimento. Viaja en tu memoria hacia tu último año de escuela primaria y luego vuelve a la actualidad. Despreocúpate que te guiaré en cada paso, sólo entrégate al viaje y déjate llevar.
Estas en sexto grado de tu escuela primaria, finalizando el año y... empieza a venir a tu mente una catarata de preguntas, dudas, miedos, inseguridades, y por debajo de todo eso se asoma un poco de entusiasmo.
¿Haré nuevos amigos? ¿vendrán compañeros nuevos? ¿los profesores me aceptarán? ¿me voy a poder levantar mas temprano todos los días? ¿tendré que dejar de jugar en los recreos? ¿será muy dificil lo que tendré que estudiar? ¿qué hago si me va mal en alguna o varias materias? ¿aprenderé el nombre de todos los profesores? ¿a dónde queda el baño?... y podría seguir con el listado de interrogantes que comienzan a aparecer ante lo nuevo.
Conecta con esa pequeña versión de ti y el momento en que te hiciste consciente de que empezabas en unos meses el primer año de otro nivel, el secundario. Un mundo nuevo, desconocido, sabes muy bien que te esperan desafíos, aventuras e incetridumbre. Observa ese niño terminando su escuela primaria, conecta con su mirada, pensamientos y preguntas, miedos, inseguridades, sueños, intereses, potencialidades, capacidades, entusiasmo... ¡Ve por tu niño ahora!
Y luego, conecta con tu presente, tu versión actual: ¿cuánto de esa pequeña versión tuya habita en ti hoy? Fíjate en esos momentos en tu vida actual en que estás por empezar algo nuevo o dar un gran salto, ¿reconoces ese niño en ti, hoy?
Muchas veces (por no decir casi todas), el empezar algo nuevo puede dar miedo, incluso aterrar, y muchas de esas veces, quien se lanza impulsivamente, se desespera o paraliza, es la actualización de esa versión pequeña en la actualidad.
Lejos de estar en desconexión con el niño interno, en muchas ocasiones estamos hiper conectados pero desde la sombra. Entonces pregúntate: ¿qué versión mía estoy encarnando ahora mismo, mi niño asustado, mi actual personaje o mi version mejorada y expandida?
La respuesta que tu corazón te brinde a esa pregunta, te indicará cuál es el paso a seguir. Por ejemplo:
Si estás encarnando tu versión niño desde la sombra, entonces debes integrar esa sombra, abrazarlo y tomar tu lugar como adulto responsable y autoridad en tu propia vida.
Si estás encarnando tu versión actual, estás invitado a expandirte a tu versión más evolucionada. No hay techo para ti.
Si estás encarnando tu versión en expansión, disfrútala. Acepta el gozo en cada una de tus células y toma el impulso necesario para nuevas aventuras.
Cuéntame, ¿quién estás siendo aquí y ahora?
Comentarios